La OPS frente a las próximas elecciones de director

En la próxima 30a Conferencia Sanitaria Panamericana, en septiembre, los países de la región elegirán el próximo director o directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El principio que rige es el vigente en los organismos del sistema de Naciones Unidas –“un país, un voto”– y se requiere la mitad más uno de los 35 votos[1] de los Estados Miembros para la elección. En virtud de los procesos de gobernanza de la OPS, en la 170ª sesión del Comité Ejecutivo, el 24 de junio los candidatos realizaron la presentación de sus plataformas. Llama la atención que este foro no tenga carácter público para cualquier persona que quiera participar de él, sino que la participación estuvo reservada para las delegaciones de los países.

Desde la creación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948, la OPS pasó a funcionar como Oficina Regional de las Américas, constituyendo un organismo especializado del sistema interamericano. A pesar de su especificidad sectorial en la salud –al igual que otros ámbitos internacionales– el apoyo de los países a las candidaturas se da por una lógica de relaciones exteriores, o por intercambio de votos con los de otros organismos multilaterales. No obstante, las normas[2] que rigen la OPS plantean que se haga un Foro de Candidatos.

Seis países –Brasil, Colombia, Haití, México, Panamá y Uruguay– presentaron candidatos para director de la OPS, que tendrá grandes desafíos. El Presupuesto Bianual[3] analiza la situación actual de la región: “si bien hay algunas áreas en las cuales la Región estaba progresando a buen ritmo antes de la pandemia (por ejemplo, la salud neonatal e infantil, y la eliminación de enfermedades transmisibles), otras necesitarán esfuerzos sostenidos y acelerados para alcanzar las metas regionales que se estipulan en el Plan Estratégico actual (por ejemplo, la infección por el VIH, la tuberculosis, la malaria, los suicidios, la mortalidad materna y la mortalidad debida a enfermedades no transmisibles). La Región corre el riesgo de perder logros de salud pública alcanzados con gran esfuerzo debido a las alteraciones en los servicios esenciales de salud”. La pandemia de COVID-19 –a lo que se ha sumado la Guerra de Ucrania– ha tenido importantes repercusiones en la región, con consecuencias inmediatas y a largo plazo sobre el estado de salud de la población. Está generando tensiones políticas, económicas y sociales que incluso amplifican los desafíos, aumentando brechas de desigualdad, planteando barreras de acceso a los servicios de salud y agudizando la continuidad de la atención a las personas con problemas de salud agudos y crónicos. La CEPAL ha calculado un retroceso del 9,1% del PBI, lo que implica retroceso de diez años en la situación de la región, y se han acentuado las desigualdades en la región más inequitativa a nivel global. También se observa un incremento de la pobreza, la pobreza extrema, la inseguridad alimentaria y el desempleo, lo que se traducirá en fuertes determinantes de la salud de la población. Como resultado de la pandemia, la esperanza de vida, que venía incrementándose de forma sostenida, tendrá un retroceso en la región.

La interrupción en acceso a los servicios ha generado problemas en el diagnóstico y tratamiento de cáncer y otras enfermedades no transmisibles. Se han intensificado problemas en prevención y tratamiento de VIH-SIDA y servicios de Salud Sexual y Reproductiva, y se han intensificado los problemas de Salud Mental. La situación compromete los logros en las enfermedades transmisibles y no transmisibles, y agrava la situación de la región. En tal sentido, llaman particularmente la atención algunos indicadores críticos, como el aumento de tasa de suicidio y del embarazo adolescente en la región. El futuro director o directora de la OPS tendrá el desafío de articular con los estados miembros para dar cuenta de la doble carga de enfermedad, reduciendo brechas, analizando los mandatos existentes y proponiendo nuevos para una nueva forma de producir salud. Aunque el triunfo de uno u otro parece no depender de sus propuestas técnico-sanitarias, observemos las propuestas de cada uno de los candidatos.

 

Jarbas Barbosa da Silva Jr. de Brasil

Este candidato ha demostrado a lo largo de su larga carrera como médico sanitarista una gran preparación, siendo magíster y doctor en Ciencias Médicas, con experiencia ocupando diversos cargos, tanto a nivel local, estadual, federal y –más recientemente– regional, como subdirector de la OPS. Su nominación no está exenta de algunos problemas. El candidato es presentado por el gobierno actual de Brasil del presidente Bolsonaro, mientras que el doctor Jarbas no pertenece políticamente al mismo y ha ocupado cargos de relevancia en el Ministerio de Salud durante el gobierno de Lula. Recientemente, en una entrevista en The Lancet, manifestó que quiere “que la OPS trabaje con los estados miembros para desarrollar mecanismos equitativos para garantizar el suministro de vacunas, medicamentos y dispositivos médicos. Desarrollar la capacidad de América Latina para producir vacunas de ARNm es clave. (…) Las vacunas de ARNm se pueden usar si surge un nuevo coronavirus en los próximos años, se pueden usar para un virus de influenza pandémica u otros virus en la región”. En septiembre de 2021 la OPS anunció que había seleccionado dos laboratorios en Argentina y Brasil para desarrollar vacunas de ARNm como parte de un programa de transferencia de tecnología impulsado junto con la OMS.

 

Fernando Ruiz, candidato por Colombia

El candidato de Colombia fue hasta hace pocos días ministro de Salud y Protección Social. Es médico, magister en Economía y en Salud Pública y doctor en Salud Pública. También presenta alguna tensión política al interior de su país, ya que pertenece a la gestión del presidente Iván Duque que finalizó su mandato el 7 de agosto. ¿El gobierno de Gustavo Petro apoyará la candidatura de Ruiz, o preferirá alguna alineación con el candidato de otro país de la región? La llegada de Petro al gobierno de Colombia parece ir completando las piezas de un rompecabezas de una posible “segunda onda rosa”. Países como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y México parecen estar avanzando en esta dirección, escenario que se puede completar con la llegada de Lula al poder en las próximas elecciones en Brasil. Es escenario referido complica las oportunidades del exministro Ruiz.

 

Haití presenta una candidata: Florence Duperval Guillaume

La candidata haitiana presenta una sólida formación académica y larga trayectoria profesional de casi treinta años, tanto a nivel nacional y regional, como internacional. Resulta meritorio una candidata de Haití, que ha sido uno de los países que más tempranamente declaró su independencia frente al dominio colonial de Francia el 1 de enero de 1804, gracias a la sublevación de esclavos, y la primera “república negra” del mundo. Aún cuando esa madurez política no se ha consolidado en su trayectoria histórica, llena de dictaduras, democracias frágiles y crisis económicas y sociales. Actualmente, Haití vive una de las mayores crisis sociales de América Latina, con manifestaciones de violencia, inseguridad, inflación y corrupción. Luego del asesinato del presidente Jovenel Moise,[4] el primer ministro asumió el comando interino del país y declaró el estado de sitio. A este escenario se suma la pobreza estructural, la crisis causada por la pandemia y el impacto de los precios del petróleo por la guerra en Ucrania. La pregunta es si en esta delicada coyuntura política interna la diplomacia haitiana será capaz de desplegarse en función de la candidatura de la doctora Duperval Guillaume.

 

México presentando nuevamente una candidatura para la OPS

La doctora Nadine Flora Gasman Zylbermann es médica cirujana, magíster y doctora en salud pública, que ha concentrado su actuación en la salud sexual y reproductiva. Desde el 20 de febrero de 2019 preside el Instituto Nacional de las Mujeres de México en el gabinete del presidente López Obrador (AMLO). AMLO ha venido intentando tener un liderazgo en Latinoamérica y el Caribe, posicionándose como mediador entre la región y Estados Unidos a través de su presidencia de la CELAC,[5] tras muchos años de gobiernos anteriores que se enfocaron casi exclusivamente en Estados Unidos.

 

Panamá y la postulación del doctor Camilo Alleyne

El doctor Alleyne es un médico sanitarista que se desempeñó como ministro de Salud de Panamá entre 2004-2009. Al igual que la candidata haitiana, enfrenta un escenario doméstico muy convulsionado, con protestas de los sindicatos líderes indígenas y estudiantiles contra la inflación y la corrupción. El alto precio de la canasta básica, de los combustibles y de los medicamentos ha generado el descontento popular en un escenario de una tasa de inflación de 4,2% anual y una tasa de desempleo que llega al 10%. El gobierno declaró el congelamiento de los precios de una decena de productos de la canasta básica y la reducción de los gastos de las autoridades políticas. Una particular mención hay que hacer en relación a los medicamentos: su alto precio ha generado el desabastecimiento de la seguridad social, que alcanza el 75% de la población, así como en el Ministerio de Salud: los precios de productos farmacéuticos en Panamá son los más altos de la región. ¿Tendrá la capacidad técnica el candidato panameño de desarrollar una estrategia de acceso a los medicamentos como parte de la salud universal en la región? ¿En un escenario interno doméstico tan conflictivo, podrá la diplomacia panameña desarrollar una estrategia eficaz para que Alleyne llegue a ser director de la OPS?

 

Uruguay presenta candidato: doctor Daniel Salinas

Actual ministro de Salud Pública, Daniel Salinas es médico. Es uno de los dos ministros pertenecientes a Cabildo Abierto (CA), un partido político uruguayo fundado en 2019 que abarca sectores conservadores que se autodefinen artiguistas, liderados por el jefe del Ejército, Guido Manini Ríos. Siendo médico neurólogo, el candidato uruguayo cuenta con experiencia como directivo de empresas, pero no en organismos internacionales, salvo representando a su país en ellos. Expuso públicamente críticas a la actuación de la OPS/OMS durante la pandemia, en particular en relación al Mecanismo COVAX para garantizar la distribución equitativa de vacunas. En abril de 2021 expresó su “desazón y disgusto con respecto al organismo por no estar a la altura”. CA ha sido considerada la “piedra en el zapato de Lacalle Pou” y ha estado en el centro de las críticas por pedir que se juzgue a criminales y torturadores durante la dictadura cívico-militar (1973-1985) y por ir contra el aborto, la legalización de la marihuana y el matrimonio igualitario. ¿La nominación del candidato de CA tendrá apoyo real en la diplomacia uruguaya, o será solo una posible oportunidad para sacarlo del gabinete de Lacalle Pou?

 

Conclusiones

En el escenario pospandemia y por la guerra de Ucrania, la región ha quedado afectada en aspectos económicos, sociales, políticos y de salud. Estos hechos influirán en alineamientos y podrían restar eficacia a los gobiernos que, lejos de velar por conseguir apoyos de sus candidatos, se tienen que encargar de dar cuenta de los problemas domésticos. En el actual escenario, la crisis es sentida en mayor medida por algunos países, tal es el caso de Haití y Panamá. A la vez, los cambios en la ideología predominante en los gobiernos de algunos países de la región podrían generar realineamientos que impactarán en las elecciones de la OPS.

Si bien son los Estados miembros de la OPS los que eligen a sus candidatos para la dirección, el carácter reservado a los delegados de los países del Foro de Candidatos retroalimenta la lógica de que la elección del futuro director o directora se haga con una lógica de relaciones internacionales, antes que desde una lógica técnico sanitaria. Los procesos políticos contemporáneos han avanzado en la construcción de alianzas y elecciones de candidatos sin tener en cuenta sus plataformas o programas políticos. Por lo dicho, un organismo técnico especializado regional como la OPS parece avanzar en esta misma lógica.

 

Sebastián Tobar es sociólogo, magister y doctor en Salud Pública (ENSP/FIOCRUZ), asesor e investigador del Centro de Relaciones Internacionales en Salud (CRIS/FIOCRUZ, Brasil).

[1] En el párrafo A del artículo 21 de la Constitución de la OPS se establece que el director de la Oficina Sanitaria Panamericana –“la Oficina”– es elegido en la Conferencia Sanitaria Panamericana por el voto de la mayoría de los Estados Miembros de la Organización. Ocupa el cargo por un período de cinco años y no puede ser reelegido más de una vez.

[2] OPS, Resolución CD47.R4. Aprobada por el 47 Consejo Directivo de la OPS. Washington (2006).

[3] OPS, Presupuesto por Programas de la Organización Panamericana de la Salud 2022-2023. Sesión virtual, del 20 al 24 de septiembre del 2021.

[4] Jovenel Moise fue asesinado por un grupo de personas no identificadas que atacaron su casa en Port-au-Prince. Su gobierno estaba pasando por tensiones políticas. Las elecciones que lo consagraron presidente en 2015 tuvieron índices de abstención muy altos: Moise ganó con 800.000 votos en un país de 11 millones de habitantes.

[5] Incluso AMLO postuló la idea de crear un modelo más cercano a la Unión Europea: “En ese espíritu no debe destacarse la substitución de la OEA por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie”, planteando su sustitución por la CELAC.

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