La Salud en el G20: cuenta atrás y expectativas crecientes

El mundo espera mucho de la presidencia brasileña del G20. En Salud, profesionales, investigadoras e investigadores del sector están dispuestos a colaborar en la consecución de los objetivos estratégicos de esta iniciativa.

 

El G20 es un foro internacional integrado por los países con las mayores economías del mundo, que actualmente juega un papel central en la coordinación de políticas económicas de impacto global. Sus objetivos, al menos retóricos, son promover el crecimiento inclusivo, reducir las desigualdades y responder a los desafíos globales. Desde su creación en 1999, el grupo ha jugado un papel fundamental en la promoción de la cooperación y la búsqueda de soluciones conjuntas a los desafíos económicos que enfrenta la comunidad internacional. Tras la crisis financiera mundial de 2008, su papel se amplió considerablemente, convirtiéndose en un foro de encuentro de Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros del grupo, tratando también temas como la salud, la educación, el empleo, el cambio climático y el desarrollo sostenible. El G20 está formado por 19 países: Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, República de Corea, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos, y dos organismos regionales: la Unión Europea y la Unión Africana –esta última incluida en 2023.[1] Los miembros del G20 representan alrededor del 85% del PIB mundial, más del 75% del comercio mundial y alrededor de dos tercios de la población mundial.

Las discusiones sobre gobierno en el grupo se dividen en dos: sherpas y finanzas. El primero está relacionado con áreas temáticas, como trabajo, salud, medio ambiente, educación, etcétera. El segundo se refiere a las cuestiones económicas y financieras globales, que dieron origen al G20. Paralelamente, se realizan discusiones entre la sociedad civil, instituciones de ciencia y tecnología, gobiernos municipales, parlamento, empresas y negocios privados, entre otros actores, en el ámbito de los Grupos de Compromiso.

A partir del 1 de diciembre de 2023, Brasil asumió la presidencia del G20, que ejerce de forma rotatoria un miembro del grupo por un año, compartido por la presidencia anterior (India) y la siguiente (Sudáfrica), en la llamada troika. Bajo el lema “Construyendo un mundo justo y un planeta sostenible”, la presidencia brasileña del G20 tendrá tres prioridades: la inclusión social y la lucha contra la desigualdad, el hambre y la pobreza; la transición energética y el desarrollo sostenible en sus tres vertientes –social, económica y ambiental–; y la reforma de las instituciones de gobernanza global, que refleja la geopolítica del presente.

 

Salud Global en la Cumbre del G20 en Roma

Específicamente en cuanto a la primera prioridad, el gobierno brasileño espera lanzar una Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza. Según el ministro de Estado de Desarrollo, Asistencia Social, Familia y Lucha Contra el Hambre de Brasil, Wellington Dias, la alianza buscará recaudar recursos financieros y conocimientos para apoyar la implementación y ampliación de acciones, políticas y programas para combatir el hambre y la pobreza a nivel nacional y global. Aunque se está discutiendo en el seno del G20, todos los países que quieran sumarse a la alianza serán bienvenidos, según el referido funcionario.

Además, el gobierno brasileño quiere que la participación social asuma un carácter sin precedentes en el G20. A través de la iniciativa denominada G20 Social, Brasil quiere garantizar espacio para diferentes voces, luchas y demandas de las poblaciones de las 20 mayores economías del mundo, así como coordinar las actividades de grupos de compromiso y otras iniciativas no gubernamentales que involucran a sociedades en todo el mundo. Superando los resultados esperados, el ejercicio de la presidencia del grupo otorga a Brasil el poder de orientar las discusiones desde sus perspectivas y posiciones sobre los grandes problemas globales. Teniendo en cuenta que el G20 no tiene secretaría y que sus declaraciones y posiciones se basan en el consenso de sus miembros, el poder de guiar las discusiones es bastante significativo para lograr el éxito político al final de la presidencia.

 

¿Cómo entran las discusiones sobre salud global al ​​G20?

Específicamente en relación con la discusión sobre Salud, existe un Grupo de Trabajo en el ámbito del Sherpas Trail que desde su creación en 2017 ha trabajado para mejorar el diálogo e informar importantes temas de salud global a los líderes del G20. Para el grupo, la presidencia brasileña liderada en este tema por el Ministerio de Salud se centrará en la construcción de sistemas de salud resilientes. Para ello priorizará: prevención, preparación y respuesta a las pandemias; salud digital, para la expansión de la telesalud; integración y análisis de datos de los sistemas nacionales de salud; equidad en el acceso a las innovaciones sanitarias; y cambio climático, facilitando el acceso de los países en desarrollo a las tecnologías necesarias para abordar los impactos del calentamiento global en la salud.

Los debates sobre la salud global también se llevan a cabo en el ámbito financiero en el Grupo de Trabajo Conjunto sobre Finanzas y Salud (el acrónimo JFHTF en inglés) que fue creado durante la presidencia italiana en 2021. Este grupo tiene como objetivo reforzar el diálogo y la cooperación global en temas relacionados con la prevención, preparación y respuesta a pandemias, desarrollando acuerdos de coordinación entre los ministerios de Hacienda y Salud y promoviendo la acción colectiva, entre otras iniciativas. Las prioridades de este grupo de trabajo aún no han sido anunciadas durante la presidencia brasileña. Sin embargo, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, anunció que en el ámbito de las finanzas las prioridades definidas por su Ministerio y el Banco Central de Brasil son trabajar para prevenir riesgos a través de una coordinación efectiva entre las políticas económicas y financieras: poner la desigualdad en el centro de la agenda macroeconómica global, desarrollar un nuevo enfoque para una tributación internacional justa y encontrar soluciones para corregir las desigualdades.

 

¿Qué se sabe hasta ahora y cómo entra la Salud en las discusiones?

El 1 de diciembre se publicaron notas conceptuales sobre las prioridades de la presidencia brasileña para el G20 y todos los grupos de trabajo y task groups. Dichas notas proporcionan las prioridades y el contexto de sus definiciones, el calendario de reuniones, los resultados esperados y otra información relevante para que tanto la sociedad en general como los demás países miembros del G20 puedan comprender, evaluar y participar en las discusiones. El calendario general de la presidencia brasileña del G20 prevé tres fases: reuniones por videoconferencia en enero y febrero, que abarcarán los quince grupos de trabajo; reuniones técnicas y presenciales, entre marzo y junio, en varias ciudades y regiones brasileñas; y reuniones ministeriales presenciales, distribuidas equitativamente en todo el país, de agosto a octubre. Las reuniones son preparatorias de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del G20 en Río de Janeiro, los días 18 y 19 de noviembre de 2024.

La Fundación Oswaldo Cruz (FIOCRUZ), una de las instituciones científicas y tecnológicas en salud más importantes del Brasil, mantiene plena coordinación con el Ministerio de Salud y el de Relaciones Exteriores, en cuanto a su papel en las discusiones gubernamentales como institución estratégica del Estado brasileño, así como con las instituciones responsables de la investigación y el análisis crítico de temas relacionados con la salud y sus determinantes sociales. El objetivo de estas articulaciones es brindar conocimiento científico técnico sobre salud global, seguridad alimentaria y nutricional, desarrollo sostenible, salud y medio ambiente, entre otros temas relacionados con los principales desafíos de Salud en el mundo, ya sea a través de publicaciones, trabajos técnicos u organización de eventos paralelos al calendario oficial del G20. Desde su creación hace 120 años, FIOCRUZ es una institución comprometida con la vida, la salud y la calidad de la vida humana, animal y planetaria. En este sentido, está profundamente preocupada por el rumbo de violencia política institucionalizada que el mundo ha ido tomando en los últimos años, con el estallido de más de un centenar de conflictos militares que han provocado miles de muertos, heridos y discapacidades físicas y mentales, algunos por el resto de sus vidas, además de una explosión del gasto militar global –más de 2,24 billones de dólares en 2022– en detrimento de los recursos para implementar el desarrollo y la paz. En respuesta, se han celebrado debates sobre el papel de la Salud como puente hacia la paz en los conflictos militares en curso, con especial preocupación por la inmensa tragedia humanitaria y sanitaria en los territorios palestinos ocupados, principalmente en Gaza.

Entre las iniciativas que pretende proponer al grupo de salud del G20 se encuentra la estrategia La salud como puente hacia la paz, con la que pretende desarrollar compromisos comúnmente acordados para promover la paz y defender firmemente la vida humana y la integridad de la Salud y de sus profesionales, además de coordinar y mejorar la eficacia de la ayuda humanitaria y sanitaria de los países miembros del G20 en conflictos militares. Estas propuestas están en consonancia con las declaraciones recurrentes del presidente Lula, como en la reciente cumbre virtual del G20 y los BRICS, y del canciller Mauro Vieira, incluso en la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el 29 de noviembre pasado. La FIOCRUZ, a través del Observatorio de Salud Global y Diplomacia en Salud, coordinado por el Centro de Relaciones Sanitarias Internacionales, realiza el seguimiento quincenal del G20, además de continuar con las diversas publicaciones con análisis críticos de las actividades del grupo, a través de publicaciones en los Cuadernos CRIS.

A través de la presidencia del G20, en continuación –sin continuidad– de las presidencias de Indonesia (2022) e India (2023), Brasil seguirá dando voz al Sur Global en el club de los más ricos del mundo. Una pista de la conducta brasileña se puede extraer de los impresionantes discursos del presidente Lula en la Cumbre del G77 en Cuba; en la inauguración de la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York; y en la clausura de la Cumbre del G20 en Nueva Delhi, todos en septiembre de 2023. En la última afirmó: “Hace 15 años, este grupo se consolidó como uno de los principales órganos de gobernanza global a raíz de una crisis que sacudió la economía mundial. Nuestra acción conjunta nos permitió afrontar los momentos más críticos, pero resulta insuficiente para corregir los errores estructurales del neoliberalismo. La arquitectura financiera global ha cambiado poco y no se han sentado las bases de una nueva gobernanza económica. Surgieron nuevas emergencias. Los desafíos se acumularon y empeoraron. Vivimos en un mundo donde la riqueza está más concentrada. En el que millones de seres humanos todavía pasan hambre. En el que el desarrollo sostenible siempre está amenazado. En el que las instituciones de gobernanza aún reflejan la realidad de mediados del siglo pasado. Sólo podremos afrontar todos estos problemas si abordamos la cuestión de la desigualdad. La desigualdad de ingresos, el acceso a la salud, la educación y la alimentación, el género y la raza y la representación están en el origen de todas estas anomalías. Si queremos marcar la diferencia, tenemos que poner la reducción de las desigualdades en el centro de la agenda internacional”.

El mundo espera mucho de esta presidencia brasileña del G20. En Salud, profesionales, investigadoras e investigadores del sector, instituciones científicas –como FRIOCRUZ– y universidades e institutos de investigación, así como actores sociales de la Salud, están dispuestos a colaborar en la consecución de los objetivos estratégicos de este emprendimiento que comienza el 1 de diciembre de 2023.

 

Traducido al español por Sebastián Tobar. Una primera versión de este artículo en portugués ha sido publicada en Le Monde Diplomatique de Brasil. João Miguel Estephanio y Pedro Burger son investigadores senior del Centro de Relaciones Internacionales en Salud (CRIS) de la FIOCRUZ; Paulo M. Buss es director de CRIS/FIOCRUZ; y Mário Moreira es presidente de FIOCRUZ.

[1] Como puede observarse, los únicos países de Latinoamérica son Argentina, Brasil y México. No obstante, el presidente Lula manifestó la intención de invitar a otros países latinoamericanos como observadores en las reuniones durante la Presidencia Pro Tempore.

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