El rival juega y quiere ganar. Explicar nuestra derrota por sus virtudes o defectos es un facilismo irresponsable. El resultado electoral del 2023 se debe a la decepción de muchos que en el pasado votaron al peronismo y ahora apoyaron a Milei, o no votaron. La “cuarentena” de los años 2020 y 2021, sus efectos recesivos, los escándalos, el internismo y la inflación persistente alejaron a esos ciudadanos de nuestras propuestas.
Sin embargo, los peronistas nos debemos un debate más amplio sobre las razones por las cuales desde 2012 nuestro caudal electoral está estancado o se disgrega, según cada elección, y disminuye su incidencia a medida que el padrón electoral aumenta.
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