El teletrabajo obliga a repensar nuestras formas de organización

El crecimiento de la modalidad de teletrabajo y teleempleo está produciendo cambios en las prácticas laborales de un nivel de complejidad y profundidad que obligan a transitar un camino de reconsideración de conceptos y estrategias en la defensa de los derechos de trabajadores y trabajadoras.

Tres principios enunciados por el Papa Francisco iluminan ese camino: la praxis es superior a la teoría; el tiempo es superior al espacio; y el poliedro explica más que la esfera.

Son esos principios los que le dan sentido al origen y el funcionamiento del Punto de Encuentro Teletrabajo (PDET). La historia del PDET comienza el 1 de mayo de 2020, cuando los destacados abogados laboralistas Oscar Cuartango y Raúl Ferrara exponen en una teleconferencia organizada por el Foro para el Día Después: www.foroparaeldiadespues.net.ar. La reunión resulta de un inusual nivel de calidad conceptual, tanto por el aporte de sus expositores como por los de dirigentes gremiales, políticos y sociales, referentes técnicos y laboralistas que participan en ella. El impacto de las innovaciones tecnológicas en las condiciones de trabajo y la aceleración de ese proceso a partir de la pandemia que asola a la Humanidad resulta el tema central de todos los aportes, lo que pone en evidencia la necesidad de profundizar esa problemática a través de una sistémica que posibilite la elaboración de aportes a sus aspectos funcionales y legales a partir de los derechos laborales vigentes. Así nace el PDET.

Los Puntos de Encuentro tienen una metodología que viene siendo utilizada exitosamente desde hace muchos años por el Foro para una Nueva Política Industrial (FONPI). En ellos se trabaja para producir hechos concretos: una ley, una acción de sensibilización o un producto: los temas que se acuerdan deben proseguirse con acciones específicas. En el PDET la calidad de los procesos es prioritaria, porque se reconoce como condición necesaria para alcanzar calidad en los productos, con una perspectiva que acompasa sus tiempos a los tiempos sociales, integrando las ideas y las historias de quienes –portando diferentes experiencias de vida y conocimientos diversos– se encuentran para trabajar tras un objetivo común: la defensa de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras ante el nuevo escenario que instala la modalidad de teletrabajo y teleempleo.

Articular ideas y propuestas de personas provenientes de distintos ámbitos y con distintas experiencias es una tarea ímproba. Implica un desafío organizativo que requiere respuestas poco convencionales. El PDET lo resuelve priorizando dos aspectos que considera fundamentales: la comunicación y la sistematización del conocimiento, que instrumenta con el desarrollo de una Base de Conocimientos específica, diseñada para permitir a las personas acceder al conocimiento que ella contiene. Las intervenciones que compañeros y compañeras realizan en sus reuniones y en las organizadas por el Foro Para el Día Después se esencializan y aportan a la Base de Conocimientos creada, observando los principios de la metodología WIKI.

En ese contexto, el PDET ha producido la declaración Los derechos de las teletrabajadoras y los teletrabajadores, un documento que hace pública su tarea, que se continúa desarrollando en sus Grupos Temáticos y que anhela ser útil en cada espacio donde sea necesario discutir y acordar esos derechos.

 

Los derechos de las teletrabajadoras y los teletrabajadores

“Sabemos que la tecnología, de la cual recibimos tantos beneficios y oportunidades, puede obstaculizar el desarrollo sustentable cuando está asociada a un paradigma de poder, dominio y manipulación. En el contexto actual, conocido como la cuarta revolución industrial, caracterizado por esta rapidación y la refinada tecnología digital, la robótica, y la inteligencia artificial, el mundo necesita de voces como la de ustedes. Son los trabajadores quienes, en su lucha por la jornada laboral justa, han aprendido a enfrentarse con una mentalidad utilitarista, cortoplacista, y manipuladora” (carta de Francisco al Cardenal Turkson con motivo de la Conferencia Internacional De Populorum Progressio a Laudato si’, noviembre de 2017).

Los abajo firmantes hemos aportado nuestras ideas al trabajo de articulación y sistematización que realiza el Punto de Encuentro Teletrabajo (PDET). En ese rol queremos ratificar y hacer nuestros los contenidos del Proyecto de Ley que establece los derechos de los teletrabajadores y las teletrabajadoras y que obtuviera aprobación en Diputados, pasando para su tratamiento al Senado el 25 de junio de 2020.

Este concepto viene siendo sostenido a lo largo de innumerables debates y por una trayectoria de más de hace 20 años por el proyecto de Alfabetización Tecnológica llevado a cabo por la Organización Civil Infoworkers Trabajadores de la Información.

Entendemos al teletrabajo como aquella modalidad del contrato de trabajo que consiste en la ejecución de obras o prestaciones de servicios en la que el trabajador o la trabajadora las realiza total o parcialmente en su domicilio o en lugares distintos al establecimiento del empleador, mediante la utilización de tecnologías de la información y la comunicación.

Concebimos a la negociación colectiva como una herramienta fundamental para determinar el derecho de trabajadores y trabajadoras en el marco de la normativa vigente y los derechos que ostentan el resto de los trabajadores como parte del movimiento sindical argentino.

Sostenemos que los teletrabajadores y las teletrabajadoras deben gozar de los mismos derechos que tienen aquellos y aquellas cuya modalidad en la prestación es presencial, siendo los convenios colectivos instrumentos adecuados para ajustar las condiciones particulares en que se prestan esos servicios.

Sostenemos la plena vigencia y el necesario reforzamiento de los derechos colectivos en la modalidad del teletrabajo, promoviendo una representación de acuerdo al modelo sindical argentino, en el que teletrabajadores y teletrabajadoras sean reconocidos como pertenecientes a la actividad en que se desarrollen.

El derecho a la desconexión digital, entendido como garantía a la interrupción en la conectividad de dispositivos y sistemas tecnológicos fuera de los horarios de trabajo y como la prohibición al empleador de establecer la realización de tareas fuera de aquellos, resulta fundamental para el respeto de la jornada de trabajo.

La incorporación de la perspectiva de género resulta saludable para el desarrollo de esta modalidad, incluyendo herramientas que garanticen, por un lado, la compatibilización de los tiempos de trabajo con los tiempos familiares y de descanso y, por el otro, evitando la sobrecarga con las tareas no remuneradas en el hogar.

El principio de reversibilidad es uno de los elementos centrales de esta modalidad laboral, actuando como garantía de la voluntariedad.

El proceso de Alfabetización Tecnológica resulta indispensable para establecer una verdadera movilidad social ascendente de todos los trabajadores y todas las trabajadoras, y constituye una herramienta fundamental para que puedan acceder a las nuevas tecnologías y, por tanto, a la nueva modalidad de contrato de trabajo, permitiendo una mejor adecuación a la misma y la reducción de la brecha digital.

En materia de condiciones y medioambiente de trabajo (CyMAT) resulta indispensable que la autoridad de aplicación dicte –además de las ya existentes– las normas pertinentes con el objetivo de brindar una protección adecuada, cuyo eje sea la prevención y con cobertura integral del sistema de riesgos del trabajo.

Esta declaración expresa nuestras más altas convicciones en el sentido de entrar en una senda virtuosa donde las Tecnologías Convenientes, la negociación colectiva y el diálogo social, el respeto del modelo sindical argentino, el resguardo de la dignidad y la vida y, en definitiva, la justicia social, sean los elementos centrales que guíen a la modalidad del Teletrabajo a partir de la salida del aislamiento social, preventivo y obligatorio y la superación de la pandemia de COVID-19.[1]

[1] https://foroparaeldiadespues.net.ar/?page_id=566 es el link donde se reciben las adhesiones a la declaración. El siguiente listado de adhesiones está actualizado al 5 de julio del 2020: Omar Plaini, dirigente sindical y senador provincial, presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo y Social, Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires; Soledad Alonso, diputada provincial PBA, presidenta de la Comisión de Trabajo y Secretaria de Prensa del SECASFPI; Agustín Amicone, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra); Miguel Ángel Paniagua, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Espectáculo Público y Afines de la República Argentina (SUTEP); Oscar Lamberto, expresidente de AGN, exlegislador nacional; Tomás Calvo, abogado laboralista, apoderado de la Unión Obrera Metalúrgica de la República Argentina; Jorge Zaccagnini, tecnólogo, Foro para el Día Después, coordinador del Punto de Encuentro Teletrabajo; Raúl Ferrara, abogado laboralista, Grupo Descartes, coordinador del Punto de Encuentro Teletrabajo; Roberto Pons, economista, profesor honorario, UBA, subdirector Departamento de Economía, FCE; Alberto Aller, secretario del Foro para una Nueva Política Industrial (FONPI); Luis Antonioli, licenciado en Ciencias Politicas, ex subsecretario de Empleo PBA; Jaqueline López, licenciada en Trabajo Social; Carlos Enrique Gdansky, diputado nacional MC; Mauricio Benegas, enólogo, coordinador de fiscalización de la Región Cuyo en el Ministerio de Trabajo de la Nación; Rosana Cabrera, especialista en Gestión de Políticas Públicas, licenciada en Relaciones del Trabajo; Aliza Damiani, diputada MC, Santa Fe; Rubén Antonio Masetro; trabajador cuentapropista; Haydee Regolf, especialista en Educación de Adultos; Alejandro Darío Suárez, ingeniero en seguridad ambiental, licenciado en Higiene y Seguridad en el Trabajo; Osvaldo Pereyra, delegado gremial del SUOEM, Córdoba; Marcelo Pedehontaa, secretario de Trabajo de La Pampa; Myriam Espinosa, secretaria de Trabajo de La Rioja; Guillermo Soria Paz, exdirector de Higiene y Seguridad, Ministerio de Trabajo PBA; Gustavo Cousirat, abogado laboralista, asesor del Sindicato de Choferes de Camiones Delegación Avellaneda; Alberto Lettieri, doctor en Historia, UBA-Conicet; Juan José Bergia, presidente Partido Nepar, Diputado provincial; Juan Manuel Pedrini, jefe de bloque del Frente Chaqueño, diputado provincial; Marino Calcopietro, abogado laboralista, exsubdirector nacional de Relaciones Laborales; Yésica Ayala, diputada provincial, Frente Chaqueño; Jorge Carpinetti, relator Comisión de Legislación del Trabajo, Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires; Sergio Ortiz, secretario de Juventud del Sindicato de Comercio de Capital y secretario de Organización de la Juventud Sindical; Mario Mobilio, secretario general Agrupación Peronista Vial; Pascual A. Rucireto, abogado laboralista; Manuel Fasano, militante Grupo Descartes; Juan José Busleiman, subsecretario de Trabajo, La Rioja; Ana Isabel Obregón, secretaria adjunta del Sindicato de Trabajadores de Enfermería (SITRE); Julieta Motta, militante de la Juventud Peronista, La Plata; Juana Ayelén Poletti, congresal del PJ de la Provincia de Buenos Aires y consejera provincial del PJ por Juventud; Emilio Augusto Raffo, experto Electiral Senior; María Eugenia Jamarlli, procuradora en Derecho; Fátima Isabel Maguna, directora general de Policía de Trabajo, La Rioja; María Ofelia Sendes, exdirectora de Delegaciones Regionales de Trabajo y Empleo, PBA; Cristian Montano, secretario de Prensa y Capacitación de la Federación Aceitera, Juventud Sindical Peronista, Bahía Blanca; Griselda Noemí Herrera, directora ejecutiva UGL25, La Rioja; Fernando Posadas, diputado provincial, FdT, Jujuy; Ana Núñez, secretaria de Cultura y Derechos Humanos, UTEDYC Nacional.

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