Sólo la lluvia ha conseguido frenar mi desesperanza en medio de tanta devastación y degradación. Sólo la lluvia ha podido aliviar mi corazón ante tanta mentira e hipocresía, tanto packaging junto a míseros contenidos. Sólo la lluvia pudo sofocar tantas llamas que calcinan el monte, azuzadas por la desfachatez de los defensores del ambiente.
Sólo la lluvia puede animarse a limpiar tanto orín que no tiene otro lugar que las calles donde depositarse. Sólo la lluvia se anima a oir las palabras de Hebe sin deshacerse en llanto.
Sólo la lluvia, porque sólo ella hace revivir a las orugas y las lombrices, reanima a las calandrias, reverbera en el canto de los zorzales, atrae más abejorros a los capullos chorreantes, acompasa el vuelo de las mariposas y llama a doña rana a asomarse de su cueva.
Sólo la lluvia es capaz de reanimarme de tanta sordidez y renovar la esperanza ante el nuevo año. Sólo la lluvia puede aplaudir al gordo bueno, mientras la Milagro sigue presa.
Sólo la lluvia es capaz de conservar semejante potencia, siempre y cuando los humanos renovemos el cuidado de la tierra, ríos, montañas y llanuras, y recordemos hacer el pan y cultivar nuestra comida.
Sólo la lluvia es capaz de tanto, aunque ya hace rato anuncia a los gritos andar cansada de remar contra tanta corriente en contra.
Sólo la lluvia, y hoy empezamos el año con lluvia. ¡Gracias lluvia por seguir estando junto a nosotros!