Perón y el FMI

“El gobierno argentino ha tenido por norma de conducta la de cooperar con los organismos internacionales que tienden a la realización de acciones conjuntas de interés general para beneficio de todos los pueblos, si bien se halla de acuerdo con los elevados propósitos que han conducido al establecimiento del FMI y el Banco Interamericano de Reconstrucción y Fomento, estima que esos organismos, mientras conserven su actual estructura, no se hallan en condiciones de cumplir con las finalidades de reorganización financiera internacional para las cuales fueron creadas, por ello, el Poder Ejecutivo considera que debe dejarse sin efecto la adhesión expresada por el antecitado decreto-ley 3185/46”. De esta manera el gobierno del general Perón comunica que retira la adhesión al decreto del gobierno del general Farrell que adhería a la creación del Fondo Monetario Internacional.

Mediante la ley 13.891/49 se ratifican un grupo de decretos-ley del anterior gobierno, pero se omite deliberadamente el decreto de adhesión al FMI. Una decisión de soberanía económica realizada en conjunto por el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo de la Nación. Argentina fue el único país latinoamericano en negarse a adherir y quedar preso de las telarañas del organismo internacional que había sido creado poco tiempo atrás.

Los elevados propósitos mencionados definían que en un marco de cooperación internacional debía destinarse el organismo creado a evitar que se repitieran las devaluaciones cambiarias competitivas que llevaron a provocar la Gran Depresión de los años 30, asegurando el sistema monetario internacional mediante un sistema de pagos, creando una moneda especial –llamada Derechos Especiales de Giro (DEG)–, evitando las crisis financieras y mejorando los niveles de vida de la población. Las más de cien crisis financieras desatadas en los últimos años y el daño causado a nuestras sociedades dan muestra de su verdadero desempeño histórico, y el sinsentido de sus pretendidos objetivos. Perón lo decía de esta manera: “Cuando en 1946 me hice cargo del gobierno, la primera visita que recibí fue la del presidente del FMI, que venía a invitarnos a que nos adhiriéramos al mismo. Prudentemente le respondí que necesitaba pensarlo, y enseguida destaqué a dos jóvenes técnicos de confianza del gobierno para investigar a este Monstruo Peligroso, nacido según tengo memoria en los sospechosos acuerdos de Bretton Woods. El resultado de este informe fue claro y preciso: en síntesis, se trataba de un nuevo engendro putativo del imperialismo”.

Desde la adhesión por el gobierno de facto de la Revolución Fusiladora en abril de 1956, la Argentina se ha visto sometida a los planes de ajuste impuestos por el FMI en los siguientes períodos.

 

Acuerdos con el Fondo Monetario Internacional: 1958-2006

Desde               Hasta               Condición

4/12/1958        3/12/1959          Stand by

24/11/1959      23/11/1960        Stand by

9/12/1960        21/11/1962        Stand by

6/6/1962          5/6/1963            Stand by

18/3/1963        17/7/1963          Stand by

1/5/1967          30/4/1968          Stand by

15/4/1968        14/4/1969          Stand by

6/8/1976           5/8/1977           Stand by

16/9/1977        15/9/1978          Stand by

24/1/1983         sep-1983          FMI suspende acuerdo

28/12/1984       feb-1985           FMI suspende desembolsos

11/6/1985         27/3/1986         FMI reanuda acuerdo 12/84

23/7/1987         1/6/1988           FMI suspende desembolsos

10/11/1989       31/3/1991         FMI autoriza sólo el 45% de los desembolsos

29/7/1991         30/6/1992         Stand by

31/3/1992         30/5/1995         Stand by

5/4/1996                                    Acuerdo de Facilidades extendidas

16/4/1996         11/1/1998         Stand by

4/2/1998           10/3/2000         Acuerdo de Facilidades extendidas

10/3/2000         9/3/2002          Servicio de complementación de reservas

20/1/2003         31/8/2003        Suspensión de pagos del Gobierno Argentino

ene-2006                                  El Gobierno Argentino cancela la deuda

 

Debe entenderse que un acuerdo stand by es un acuerdo de corto plazo –de uno a tres años– y un acuerdo de facilidades extendidas es de mediano plazo –10 años como máximo. Cada uno de ellos tiene sus condicionalidades, crecientes en la medida que el plazo se extiende.

Cabe hacer notar que sólo los gobiernos del general Perón e Isabel Martínez de Perón no pidieron préstamos ni acuerdos con el FMI, y que el gobierno de Néstor Kirchner canceló la deuda por 9.810 millones de dólares con reservas líquidas y disponibles, y que los gobiernos de Cristina Kirchner no tomaron deuda con el FMI. Todos los demás tuvieron la presencia del Fondo como condicionante de su política.

La presencia y los condicionamientos del organismo en la vida económica del país quedan demostrados por la cantidad de acuerdos firmados. Pasaron gobiernos civiles y militares, de toda naturaleza y origen político, pero el Fondo siempre está, con sus exigencias y controles.

La desindustrialización, la pobreza creciente de los argentinos, la pérdida de recursos fiscales por la evasión y el contrabando, la fuga de capitales, la inflación, son males endémicos a los que las recetas del Fondo no sólo no encontraron respuestas, sino que, al contrario, los exacerbaron. Un expresidente del organismo, Strauss Kahn, ha confesado que “la política del Fondo para la Argentina ha sido desastrosa”.

En ese marco debe encuadrarse el acuerdo realizado en 2017 con el gobierno de Mauricio Macri. Cerrados los mercados financieros para nuevos créditos por agotamiento del recurso, acude al organismo para evitar la cesación de pagos y dotar de liquidez al sistema para que los inversores extranjeros puedan retirar sus colocaciones en la plaza local: colocaciones a una tasa de interés del 30% al 60%, que, dada la escasa movilidad del dólar, se convertían en tasas en dólares únicas en el mundo. Con un dólar casi fijo, al tiempo los pesos se convertían en dólares con una ganancia inusitada y salían del país, sin dejar más que hambre y desocupación. Así, los 100.000 millones de dólares tomados en deuda se convirtieron en 86.000 millones de dólares fugados, beneficiando al 1% del sistema financiero, según informó el mismo Banco Central de la República Argentina. Para financiar esta fuga es que se tomó el crédito del FMI, con violaciones a las leyes y procedimientos legales y financieros, y violando el artículo VI del Estatuto del Fondo, que prohíbe la provisión de fondos a países miembros sujetos a la fuga de activos. Sólo un pequeño grupo de inversores quedaron entrampados en colocaciones en pesos, y son los mismos que pugnan por salir presionando el tipo de cambio.

La Argentina obtuvo en el Fondo el préstamo más importante en la historia y es el principal deudor del organismo. Los plazos de devolución de ese préstamo demuestran la intención de colocar una bomba en el crecimiento del país, especialmente para el gobierno siguiente al de Mauricio Macri. Veamos los vencimientos:

  • 1 trimestre del 2021: 300 millones de dólares de interés (ya pagados);
  • 2 trimestre del 2021: 300 millones de dólares de interés (ya pagados);
  • 3 trimestre del 2021: 300 millones de dólares de interés más 1.867 millones de dólares de capital (ya pagados);
  • 4 trimestre del 2021: 300 millones de dólares de interés más 1.867 millones de dólares de capital;
  • 1 trimestre del 2022: 300 millones de dólares de interés más 3.557 millones de dólares de capital;
  • 2 trimestre del 2022: 300 millones de dólares de interés más 4.929 millones de dólares de capital;
  • 3 trimestre del 2022: 300 millones de dólares de interés más 5.615 millones de dólares de capital;
  • 4 trimestre del 2022: 300 millones de dólares de interés más 5.615 millones de dólares de capital;
  • Vencimientos en el año 2023: 19.025 millones de dólares;
  • Vencimientos del año 2024: 2059 millones de dólares.

Queda clara la imposibilidad del país para hacer frente a esta estafa, no sólo por cuestiones morales, éticas, sociales y jurídicas, sino también por la imposibilidad fáctica de hacer frente a esta enorme cantidad de obligaciones concentradas en tan poco tiempo. Ello obligó al gobierno a entrar en negociaciones con el organismo, aún en plena pandemia.

Pero el acuerdo con el Fondo tiene otras condicionalidades referidas a la agenda de las Naciones Unidas para el año 2030. El Padre Pepe, en su discurso ante la Cámara de Diputados de la Nación, denunció que la ley del aborto era una exigencia paralela a las durísimas condiciones que se nos impondrán en materia económica y social. El Monstruo Peligroso del que hablaba Perón está hambriento y los pueblos del mundo son su víctima propiciatoria. El dilema es el mismo para todos: Patria o FMI. Como dijo Perón en su último mensaje a la Asamblea Legislativa, el primero de mayo de 1974: “nuestra tarea común es la liberación”. Que así sea.

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