Las políticas de desarrollo territorial en Argentina

Estamos en un contexto por demás complejo: la pandemia se impuso e hizo que se visibilicen las grandes desigualdades existentes, tanto en la Argentina como en el mundo. La vulnerabilidad demostró mucha crudeza, particularmente en las áreas metropolitanas.

Es por este motivo que uno de los desafíos del porvenir es pensar nuevos equilibrios territoriales y nuevas formas de habitar el interior de nuestro país, analizando cómo hacer que en estas vastas superficies de tierra se generen tanto oportunidades laborales como acceso a bienes y servicios. Sin la base suelo, esto es muy complejo.

Las ciudades informales no son un dato menor en la Argentina, ya que su crecimiento aumenta la brecha urbana, en la que el paradigma ciudad formal versus ciudad informal se ha convertido en regla. Hay una serie de causas que dan origen y continuidad a las ciudades informales, entre las que se destaca la falta de acceso al suelo urbano con servicios, que afecta a más de la mitad de la población económicamente activa –un tercio de nuestra población habita en la informalidad, según los datos que surgen del Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda del año 2010.

Con la vocación de pensar un país más justo, con una lógica realmente redistributiva bajo una perspectiva común de equidad, es que surge el Plan Nacional de Suelo Urbano.

 

Plan Nacional de Suelo Urbano

Este plan marca una clara direccionalidad política. Permite –por primera vez– en la Argentina ordenar la fragmentación burocrática y administrativa a partir de la conducción en un solo organismo de todas las decisiones relacionadas a la planificación del territorio. Estas definiciones están relacionadas a la mejora del hábitat –incluyendo la construcción de vivienda–, la generación de suelo urbano y las obras de infraestructura para el equipamiento comunitario, estructurando acciones que edifiquen nuevos equilibrios territoriales, que deben ser acompañadas por la mejora estructural de los más de 4.000 barrios informales que se han formado a lo largo y a lo ancho de nuestro país.

Es importante destacar que el Plan Nacional de Suelo Urbano tiene un objetivo general, que consiste fundamentalmente en ampliar la accesibilidad de las argentinas y los argentinos al suelo urbano en todo país, mejorando las capacidades de la política de hábitat al generar suelo para construir viviendas de manera anticipada a las necesidades.

Se busca una vinculación de la política de suelo con el desarrollo territorial, a fin de conseguir una regulación adecuada del mercado del suelo en las distintas localidades. Para ello, resulta fundamental la generación de suelo urbano asequible producido o promovido por el Estado, como base sobre la cual generar soluciones habitacionales y arraigo de la población.

Uno de los objetivos claves del plan implica la vivienda bien localizada. También lo es el desarrollo de economías urbanas sostenibles e inclusivas, aprovechando los beneficios que se derivan de la aglomeración; el establecimiento de políticas nacionales sobre la base de las necesidades que surjan de la situación existente; el fomento de instrumentos de planificación y gestión de la tierra; la implementación de estrategias de utilización de baldíos urbanos; la planificación de nuevas ampliaciones urbanas; la promoción de marcos normativos adecuados; la formación de planificadores y gestores urbanos a nivel nacional, subnacional y local; la utilización de información básica de inventario de tierras, mapas de valoración y registros de los precios de la tierra; el combate y la prevención de la especulación; el fomento del uso de plataformas e instrumentos de información geoespacial, a fin de mejorar la información para la toma de decisiones. Todos estos elementos están alineados e incorporados en la propuesta del plan.

El Plan Nacional de Suelo Urbano está compuesto por varios programas, entre los cuales se encuentran:

  • Programa Nacional de Producción de Suelo: tiene como objetivo generar lotes con servicios para ampliar el acceso a suelo urbanizado y promover la creación de bancos de tierra a nivel municipal y provincial.
  • Programa Nacional de Capacitación y Asistencia Técnica: su objetivo es mejorar las capacidades técnicas de los gobiernos locales y provinciales a través de un programa de capacitaciones y asistencias técnicas en políticas de suelo.
  • Mesa Intersectorial de Políticas de Suelo: busca generar un ámbito participativo de debate compuesto por los sectores público y privado, organizaciones gremiales y civiles y universidades.
  • Observatorio Nacional de Acceso al Suelo: su principal objetivo es la creación del Registro Territorial de Suelo Apto para Programas Habitacionales y Proyectos Urbanos y del Observatorio Nacional de Precios del Suelo.

Estos criterios son los que guían nuestra gestión, que permitió durante el año 2020 generar 11.000 terrenos desde nuestros programas –como Pro.cre.ar– y plantear los próximos años un aumento de escala de forma potente y sostenible en el tiempo. Por ello creemos fundamental asociar esta política con una decisión que tomamos, que es poner en marcha el Programa de Planificación y Ordenamiento Territorial.

 

Nuevos desafíos: Programa de Planificación y Ordenamiento Territorial

El Programa de Planificación y Ordenamiento Territorial tiene como objetivo promover diversos procesos de planificación territorial integrales para las ciudades, sus periurbanos productivos y las áreas no urbanizadas con funciones ambientales o productivas, con foco en fortalecer las capacidades estatales de gestión del suelo.

Entre sus objetivos incluye la movilización de vacíos urbanos ociosos, la creación del Registro Territorial de Suelo Apto para programas habitacionales, y la asistencia técnica para la formulación de instrumentos de Gestión de Suelo y Planificación Territorial. Este programa está compuesto por cuatro directrices:

  • Programa de Capacitación y Asistencia Técnica en Planificación y Ordenamiento Territorial contribuirá al fortalecimiento de capacidades de la Administración Pública Nacional, provincial, municipal en Políticas de Planificación y Ordenamiento Territorial.
  • Concurso de experiencias de Planificación, Desarrollo Territorial y Políticas de suelo: relevará experiencias aplicadas de políticas urbanas, instrumentos de gestión de suelo y planificación territorial eficaces, reconocerá y difundirá las experiencias municipales y provinciales que sean reconocidas y promoverá su aplicación en las demás provincias y municipios.
  • Registro territorial de suelo apto para programas habitacionales y proyectos urbanos: producirá y mantendrá actualizada una base de datos sobre suelo disponible para el desarrollo de programas habitacionales y proyectos urbanos.
  • Propuestas de Legislación en Desarrollo Territorial: es un instrumento clave para conducir los procesos de urbanización. Desarrollar y explicitar la capacidad regulatoria territorial en una ley deja en mejor posición al Estado para implementar políticas de suelo y vivienda inclusivas y equitativas.

Con respecto a esta última directriz, una experiencia reciente y novedosa se originó en el acuerdo con la Provincia de la Rioja que el día 10 de junio del corriente año aprobó la Ley de Ordenamiento Territorial.

 

Resolución 2/2021 del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat

  1. Directrices generales de la política territorial que: a) promuevan un uso del suelo socialmente justo, ambientalmente sostenible y económicamente equitativo; b) contribuyan al equilibrio territorial de las diferentes regiones y sus habitantes, armonizando el proceso de urbanización con el territorio y sus recursos; c) garanticen a todos los habitantes un hábitat adecuado, con seguridad jurídica en la posesión de una vivienda, en condiciones de habitabilidad; d) detengan y reorienten los procesos de crecimiento urbano descontrolados; e) implementen planes, programas e instrumentos en el corto, mediano y largo plazo.
  2. Principios rectores de la política territorial que promuevan la justicia social, el reparto equitativo de cargas y beneficios de los procesos territoriales y el ejercicio socialmente responsable del derecho de propiedad, y garanticen de esa manera la gestión democrática del territorio y la progresividad en el cumplimiento de las metas establecidas.
  3. Lineamientos para propender al desarrollo equilibrado de los centros urbanos del interior de cada provincia, estableciendo sistemas urbanos que se complementen entre sí, que fortalezcan los lazos de complementariedad y coordinación y que promuevan el arraigo.
  4. Instrumentos de la política territorial, entre los que se señalan especialmente los siguientes: a) zonas de Promoción del Hábitat Social; b) régimen para la recuperación de plusvalías urbanísticas; c) régimen de contribución por mejoras; d) consorcios urbanísticos; e) parcelamiento o edificación obligatoria de inmuebles urbanos baldíos o con edificación derruida; f) sobretasa a los terrenos baldíos; g) reajuste de tierras o englobamiento parcelario.

 

Conclusión

Desarrollamos políticas en un contexto complejo que ha puesto en evidencia la precariedad de la vida misma. La necesidad de repensar nuestros territorios es un mandato esencial para fundar un tiempo nuevo de realidades más humanas.

 

Luciano Scatolini es secretario de Desarrollo Territorial del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación.

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