El desarrollo cultural argentino que queremos

En los años electorales en la política se agita la discusión del modelo de país que proponemos a la sociedad, y en ella se mezcla esta conversación con otras, vinculadas a las necesidades, las expectativas, las confianzas y los temores. De nosotros y nosotras se podrá decir muchas cosas, excepto que no le ponemos el cuerpo a la realidad que nos toca enfrentar cada vez que somos gobierno, no solo por la pandemia, que nos encontró trabajando para reconstruir el país, sino también por salir de la crisis del 2001 y enfrentar los desafíos que nos propone un mundo en permanente transformación.

Hoy desde el gobierno convocamos a construir juntos la Argentina que queremos. La consigna marca un rumbo, y ese rumbo tiene incluida una promesa y una utopía: la promesa es la invitación a construir juntos y juntas, y la utopía es ese sueño colectivo de la Argentina que queremos.

Para nosotros, pensar el desarrollo cultural del país en la campaña de 2019 fue claro: nos enfocamos en el desarrollo productivo de la Cultura Argentina y tomamos las dos ideas fuerza que propuso el presidente Alberto Fernández: “primero los últimos” y “es con las provincias”, la integración federal en la concepción de la política. Al llegar al gobierno, la situación era peor que la que habíamos analizado, y la prioridad fue la “reconstrucción”. Recuperar la jerarquía de Ministerio de la cartera fue una primera decisión del presidente, muy auspiciosa para hacer lo que vinimos a hacer. Luego, recuperar el diálogo y organizar las capacidades de los trabajadores y las trabajadoras para que volvieran a conectar con su mejor versión posible, dejando atrás un período oscuro de invisibilización y desatención, producto de las políticas neoliberales del gobierno anterior.

La pandemia nos encontró en el desarrollo de esa tarea. Rápidamente nos pusimos a trabajar para atender lo urgente sin perder de vista lo importante: una clave que nos diferencia, por lejos, de la capacidad de respuesta y de las hipócritas propuestas neoliberales que hoy nos disputan la voluntad popular y la preferencia del electorado.

Reconstruimos el diálogo con los sindicatos y las cámaras empresariales del sector, recuperando el espacio de lo público y comunitario, para dar respuestas en ese escenario que desbordó al planeta entero. Junto con ellos llegamos a la mayor cantidad posible de trabajadores y trabajadoras de la Cultura, a través de políticas de asistencia y acompañamiento. Nos obsesiona aportar a los procesos que fortalecen el agregado de valor en origen, que permiten la creación de puestos de trabajo y que logran el crecimiento de las exportaciones. Hoy la pandemia y la consolidación de los consumos culturales digitales exigen incorporar a la economía del conocimiento como una clave de esta nueva realidad que complejiza las estrategias de salida del COVID-19 y el rol de los diferentes eslabones de las cadenas de valor que convergen en el ecosistema digital global.

Uno de los desafíos iniciales fue contener las necesidades, priorizando las situaciones de mayor vulnerabilidad. Lo hicimos trabajando con todas las áreas del Estado que, con un formidable compromiso y capacidad de respuesta, permitieron generar soluciones para cada problema. De esa manera interactuamos con la AFIP, ANSES, Banco Nación, el Ministerio de Desarrollo Productivo, el de Trabajo, el de Turismo y otras tantas áreas del gobierno, como así también con cada gobierno provincial.

Generamos una agenda con cada sector, que organizamos en quince subsectores: Audiovisual, Videojuegos, Hip hop, Danza, Música, Folklore, Artes visuales, Infancias, Gastronomía, Diseño, Tango, Teatro, Música Académica, Circo y Editorial.

Lanzamos el Mercado de las Industrias Culturales Argentinas 2.0, una plataforma creada con el propósito de potenciar la producción, otorgar visibilidad y promover la comercialización de bienes y servicios culturales. Realizamos una inversión histórica desde el Ministerio de Cultura de la Nación de más de 15.000 millones de pesos que permitió acompañar al sector de las industrias culturales atravesado por la pandemia y a sus trabajadores y trabajadoras, estando a la altura, en cuanto gestión y políticas públicas, con acciones y estrategias, con el fin de preservar la salud del pueblo y mitigar los efectos económicos y sociales generados por la crisis del COVID-19 y el desastre neoliberal del gobierno anterior.

Hoy seguimos enfrentando la imperiosa necesidad de cambiar esta realidad que duele, para recuperar la senda del crecimiento con inclusión social. El mayor desafío es volver a enamorar, entre tanta desazón y desasosiego, entre tanta invitación a vivir indignados. Mirar el futuro con optimismo es una tarea que tenemos que cultivar con más fuerzas, para acompañar a nuestras y nuestros compatriotas en el difícil lapso de la pandemia. Por eso que en esta etapa del año pusimos en marcha nuevos programas de incentivo, como Cultura Solidaria, que alcanza a más de 50.000 trabajadores y trabajadoras, con una inversión total de 750 millones de pesos. Se destinó, también, al sector Audiovisual, conjuntamente con la Secretaría de Medios y Contenidos Públicos, para la reactivación de su industria, una inversión de 2.500 millones de pesos y la generación de 5.000 puestos de trabajo de forma directa o indirecta; el programa Impulsar Cultura II, de incentivo a la producción de espectáculos en vivo, una inversión de 125 millones de pesos dirigido a más de 300 proyectos escénicos de circo, danza, música en vivo y teatro; el programa MANTA, apoyo económico para la reactivación productiva artesanal, con una inversión de 122,4 millones de pesos, que alcanzará a más de 2.400 artesanos y artesanas de todo el país; el programa Argentina Florece, para reactivar la música y el teatro argentino, promoviendo la realización de eventos que vuelvan a acercar al público con sus artistas en todo el país, con una inversión de más de 590 millones de pesos, favoreciendo a elencos y artistas de música y teatro para jóvenes de cada provincia; para las Ferias del Libro sin fines de lucro, municipales y provinciales, de organizaciones no gubernamentales o de colectivos autogestivos de todo el país, se realiza una inversión de cinco millones de pesos; nuevas líneas de apoyo de la CONABIP por 138 millones de pesos para apoyar a más de 900 Bibliotecas Populares; el programa de Pueblos Históricos y Restauración de infraestructura cultural, con una inversión de 900 millones de pesos, articulado en forma conjunta por el Ministerio de Turismo y Deportes y el de Obras Públicas, para la puesta en valor de poblados históricos y sitios declarados de interés patrimonial, restauración y acondicionamiento de espacios culturales de todo el país; y Puntos de Cultura-10 años, que acompaña a proyectos culturales comunitarios de todo el país con una inversión estimada de 207 millones de pesos destinados a 1.200 organizaciones.

Entre estos y otros programas generamos una nueva inversión de casi 6.000 millones de pesos para este semestre, en beneficio de trabajadores y trabajadoras, entendiendo que para nosotros la cultura desempeña un papel fundamental para la vida en sociedad en cada coyuntura que nos toca atravesar. Tanto en tiempos de pandemia, como en tiempos de producción y trabajo, estuvimos y estamos siempre presentes, construyendo sentido para todos los argentinos y las argentinas.

Por eso, queridas compañeras y queridos compañeros, hoy más que nunca queremos convocarlos a transformar la realidad, y para eso les pedimos que todas y todos sumemos nuestro grano de arena para ganar las elecciones, entablando ese diálogo que necesitamos con nuestro pueblo para enfrentar con energías renovadas esta nueva fase de la pandemia, con menos miedos y más vacunas.

Cuando ellos gobernaron lo hicieron para los sectores concentrados y para quienes especulan. Nosotros gobernamos para la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación, promoviendo la producción y el trabajo junto a los sindicatos y las cámaras empresariales, junto a los gobiernos provinciales y municipales. Cuando ellos gobernaron, degradaron el Ministerio de Cultura y estigmatizaron a sus trabajadores y trabajadoras. Nosotros gobernamos para recuperar la política, rescatar las ideas y valorizar a los trabajadores y trabajadoras que las encarnan, jerarquizando el Ministerio y dotándolo de políticas públicas para acompañar la pandemia y el desarrollo sectorial. Cuando ellos gobernaron no cuidaron a las y los más vulnerados, y ahora exponen a sus seguidores, inculcándoles ideas absurdas sobre la pandemia y la vacunación. Nosotros y nosotras, peronistas, priorizamos el cuidado de la salud y de la vida ante todo, atravesando esta pandemia con humanismo y empatía con el otro. Lamentablemente recibimos la crítica de dirigentes insensibles e irresponsables de la oposición que, cuando les tocó su turno, achicaron la salud pública y atentaron contra el Estado.

Este gobierno peronista, que está realizando exitosamente la mayor campaña de vacunación de nuestra historia; que tomó la decisión de priorizar el fortalecimiento del sistema de salud y logró evitar su colapso; que sigue acompañando a cada uno de los argentinos y las argentinas para recuperar su felicidad y dignidad; está haciendo honor a aquel apotegma que nos legó nuestro líder: mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar. Por eso, en estas elecciones te convocamos a construir juntos y juntas la Argentina que queremos, con la cultura de la solidaridad, la cultura de la inclusión, la cultura del trabajo, la cultura de la integración y la diversidad, y la cultura de la memoria, que en este momento nos enseña que somos un pueblo fuerte y que unidos podemos salir adelante. Con Alberto y Cristina, acompañando a nuestros candidatos, para ganar las elecciones legislativas y lograr las leyes que nos van a permitir poner a la Argentina de pie.

 

Lucrecia Cardoso es secretaria de Desarrollo Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación.

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