Reparación histórica en la provincia de Buenos Aires: el Fondo de Financiamiento de Programas Sociales en el Conurbano Bonaerense

Estructura y competencias del Fondo de Financiamiento de Programas Sociales en el Conurbano Bonaerense

El gobernador Antonio Cafiero (1987-1991) instaló en la agenda política nacional el problema de la Coparticipación bonaerense. En la reunión de “Gobernadores para un Nuevo Pacto Federal” realizada el 8 de abril de 1989, destacó que dejaba “constancia de que Buenos Aires considera inequitativa y perjudicial a sus intereses, tanto la distribución secundaria de los impuestos coparticipados federalmente, como los cupos de vivienda que distribuye el gobierno nacional en las provincias. (…) La provincia reclamará una ley de Coparticipación Federal que la coloque en un pie de igualdad con sus provincias hermanas”. Según información de la Gobernación, la Coparticipación Federal había caído del 32% en 1970 al 22% en 1990, y las y los bonaerenses eran desfavorecidos en el reparto de los fondos viales, las transferencias para Desequilibrios Financieros, los aportes del Ministerio de Acción Social y los Regímenes de Promoción Industrial. Buenos Aires tenía 19 empleados públicos cada mil habitantes, siendo la cifra más baja de todas las provincias. Por citar solo algunos casos, Entre Ríos tenía 37, Río Negro 49, Neuquén 67, Santa Cruz 97 y Catamarca 105.

Cafiero hizo hincapié en el tema puntual del Conurbano, al cual caracterizó como “el verdadero país postergado de los argentinos”. En 1990 el Ministerio de Gobierno elaboró el Informe sobre la problemática estructural del Conurbano Bonaerense, que luego fue retomado por su sucesor, el gobernador Eduardo Duhalde. El entonces subsecretario de Asuntos Municipales, Raúl Fernández, puntualizó que el Conurbano se había caracterizado por la inhabilidad para realizar acciones coordinadas y persistentes en el tiempo. Había una capacidad ociosa instalada industrial, de transporte y de comunicación, que tenía que reactivarse y modernizarse. Llevado al plano de la población, Fernández remarcó la negativa “degradación generalizada de la calidad de vida”, el alto desempleo y el “deterioro de la organización social solidaria”. Las áreas rurales eran desvalorizadas en favor de una “urbanización descontrolada” que ponía en peligro el orden biológico, psicológico y social. Para empezar a resolver estos problemas, el Informe sugería la “necesidad de un Acta de Reparación Histórica del conurbano bonaerense” que tenía que facilitar “el desarrollo equilibrado e integral de la región y la dignificación de la calidad de vida del hombre y su familia” (Informe del Conurbano Bonaerense 1990).

Como parte de la negociación de la campaña electoral del año 1991, Duhalde acordó con Carlos Menem la obtención de un fondo especial para la provincia que revirtiera, en parte, la inequidad de los recursos que recibía Buenos Aires. Resultado de esto, el 2 de abril de 1992 se aprobó la ley nacional 24.073 que creó el Fondo de Financiamiento de Programas Sociales en el Conurbano Bonaerense. El artículo 40 de la norma estableció que la recaudación del impuesto a las ganancias se distribuiría en “un diez por ciento al Fondo de Financiamiento de Programas Sociales en el Conurbano Bonaerense, a ser ejecutado y administrado por la Provincia de Buenos Aires. Los importes correspondientes deberán ser girados en forma directa y automática”.

Con la ley provincial 11.247 de 1992 se creó una cuenta bancaria especial de destino de los fondos de la ley 24.073, denominada “Fondo del Conurbano Bonaerense”. La ley estableció que el Fondo estaría organizado con los recursos “a) los Determinados por el artículo 40, apartado 1, de la Ley Nacional 24.073; b) los aportes del Tesoro Nacional otorgados especialmente para el cumplimiento de los fines previstos en la presente Ley; c) el recupero o reciclaje de aquellos aportes financieros destinados a diversos emprendimientos realizados de acuerdo a los fines previstos en la presente Ley; d) los préstamos que específicamente sean otorgados por Organismos Nacionales e Internacionales; e) donaciones y legados; f) todo otro aporte destinado al cumplimiento de programas sociales a cargo de la cuenta especial”. Si bien el origen de los recursos era diverso, en la práctica quedaron subsumidos mayoritariamente a los originados por la ley nacional.

Los fondos eran administrados por una Unidad Ejecutora dependiente del gobernador. El artículo 4 de la ley 11.247 puntualizó que “se financiarán total o parcialmente con los recursos del Fondo los estudios, proyectos, obras, mantenimientos y suministros que se requieran para la ejecución de programas sociales de saneamiento, infraestructura urbana, salud, educación, seguridad, empleo, y todos aquellos compatibles con la reparación y garantía de los derechos humanos básicos”. Los recursos podían ejecutarse en forma directa con los organismos provinciales, por convenio con municipios u organismos de otra jurisdicción, por terceros contratistas o concesionarios, o a partir de convenios con entidades intermedias, consorcios vecinales o cooperativas.

La ley incluyó en el Conurbano a los partidos de Avellaneda, Almirante Brown, Berazategui, Esteban Echeverría, Florencio Varela, General San Martín, General Sarmiento, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Merlo, Moreno, Morón, Quilmes, San Fernando, San Isidro, Tigre, Tres de Febrero, Vicente López, La Plata, Berisso, Ensenada y San Vicente. También detalló que “el Poder Ejecutivo podrá incluir en el programa social aquellos proyectos que deban ejecutarse o que produzcan efectos en otros municipios a los mencionados, en la medida que tengan vinculación técnica, socioeconómica o gráfica con algunas de las comunas precedentemente enumeradas”.

El Decreto 1279/92 organizó la Unidad Ejecutora destinada a administrar el Fondo: se integró con un presidente y dos secretarios, uno Administrativo y el otro Técnico. Posteriormente, se creó la Secretaría de Relaciones Institucionales que trabajó con las nuevas municipalidades creadas en el proyecto Génesis 2000. El presidente tenía rango y jerarquía de secretario de Estado. La gestión se organizó a partir de las gerencias Administrativa, Económico Financiera y de Planeamiento. La estructura de la Unidad Ejecutora era pequeña y gran parte de sus recursos fueron implementados por intermedio de acuerdos con otras entidades. En un estudio sobre las modalidades de ejecución de fondos asignados a programas sociales del año 1993 se observa que la inversión se hizo mayoritariamente por intermedio de contratistas (55%), seguido por entidades intermedias (22%) –tales como cooperativas escolares, mutuales, Plan PIBES, etcétera– y por los municipios (9%) (Danani, Chiara y Filc, 1997).

El presidente de la Unidad Ejecutora, Antonio Arcuri, mencionó que el Fondo se orientó centralmente al desarrollo de los municipios, de las entidades intermedias y del conjunto social. La Unidad Ejecutora adquirió responsabilidades “administrativas” en la preparación de los proyectos, “técnicas” en la ejecución, de “promoción” y de “apoyo y capacitación” (Arcuri, 2003).

En el año 1995, la ley Nacional 24.621 fijó el tope del impuesto en 650 millones de pesos anuales. Esta decisión implicó que luego de la devaluación del año 2002 el Fondo perdiera paulatinamente su valor.

La Ley Provincial 11.746 de 1996 denominó al organismo como Unidad Ejecutora Reconstrucción del Gran Buenos Aires e incluyó en su articulado a las nuevas municipalidades creadas con el Programa Génesis 2000.

Según Antonio Arcuri, el dinero invertido entre 1992 y 1999 fue de alrededor de 4.500 millones de pesos-dólares. Los recursos recibidos por el Fondo en relación al presupuesto de la provincia representaron un 4,4% para 1992, un 7,8% para 1993 y el 9,5% en 1994 (Danani, Chiara y Filc, 1997).

 

Destino del Fondo de Financiamiento de Programas Sociales en el Conurbano Bonaerense[1]

Inversión en Salud

Se crearon 1.200 camas a partir de la construcción de ocho nuevos hospitales, con presupuesto del Fondo y del gobierno español se edificaron los establecimientos “Domingo Mercante” en José C. Paz, “Arturo Oñativia” en Almirante Brown, “Héroes de Malvinas” en Merlo y “Carlos Bocalandro” en la municipalidad de Tres de Febrero. Con recursos y ejecución del Fondo se construyeron o ampliaron los hospitales “Mariano y Luciano de la Vega” en Morón, “Evita Pueblo” en Berazategui, “Cecilia Grierson” en Presidente Perón, el “Municipal” en Tigre y se finalizó “Mi pueblo” de la localidad de Florencia Varela. Los servicios de salud fueron equipados en sus distintas especialidades y se construyeron consultorios externos con tecnología moderna. En paralelo, se remodelaron o ampliaron 21 hospitales existentes y se iniciaron obras en los nuevos de González Catán y de Tigre. El Fondo destinó recursos especiales para los programas de Trasplante de Órganos y el Plan Vida.

Inversión en Educación

La provincia implementó la Ley Federal de Educación con la Ley provincial 11.612 de 1994. En este marco, se invirtieron más de 300 millones de pesos-dólares para la construcción de escuelas y de jardines. La ley 11.612 hizo obligatorio el nivel preescolar y se construyeron para eso 234 jardines para más de 40.000 chicos de 3 a 5 años. Los edificios tenían 424 metros cuadrados con salas, salón de usos múltiples, áreas administrativas, patios de juego con mástil, entre otras cuestiones pedagógicas, de apoyo docente, administrativa, de servicios y de recreación. Se construyeron 37 escuelas de Enseñanza General Básica con una superficie de 22.500 metros cuadrados, edificando 299 aulas, 7 aulas especiales, 6 talleres, 2 laboratorios, 25 gabinetes, 22 salones de usos múltiples, 53 baños individuales y 47 grupos sanitarios. La Unidad Ejecutora construyó 18 establecimientos de enseñanza media y 11 de enseñanza técnica con una superficie de 44.500 metros cuadrados. Construyó otros 13 edificios para Escuelas Especiales con una superficie de 13.000 metros cuadrados. Con recursos del Fondo se financió el “Plan PIBES” y el Plan de Reciclado “No comas vidrio, reciclalo”, ambos dependientes de la Dirección General de Cultura y Educación.

Inversión en calidad de vida y medio ambiente

Con el objetivo de diagramar las obras, se formuló entre la Unidad Ejecutiva y la Facultad de Ingeniería de la UNLP un “Plan Director de Agua Potable y Saneamiento”. Se realizaron obras de desagües pluviales, de control de crecidas y de saneamiento, alcanzando una superficie de 22.500 hectáreas y beneficiando a 1,2 millones de personas. Entre otras acciones, se destacaron el saneamiento del “Arroyo Claro”, de la “Cuenca del Arroyo Las Horquetas Basualdo” –José C. Paz, Tigre y Malvinas Argentinas– y del Arroyo Don Mario, y la recuperación de la cuenca del Arroyo Susana en La Matanza, incluyendo el entubamiento entre el Río Matanza y la Ruta 3; se entubó el “Arroyo Giménez” de Berazategui; se realizó el saneamiento y entubamiento de la “Cuenca del Arroyo Santa Catalina”, ubicada en Monte Grande y en Luis Guillón; se terminó el “Muro Costero” de Punta Lara, con 3.500 metros lineales sobre la costa del Río de La Plata; se dragó la Laguna de San Vicente y se parquizó y construyó una mampostería de 260 metros de longitud. Se amplió la red de agua potable, beneficiando a 500.000 habitantes. Entre otras obras, la iniciativa incluyó el servicio de agua en el barrio Parque San Martín, localidad de Merlo; y la modernización del establecimiento potabilizador Donato Gerardi de La Plata, Berisso y Ensenada. Se financiaron desagües cloacales, beneficiando a 300.000 habitantes. Entre otras obras, se destacaron la “Planta de Paso de Rey” en Moreno y la red de desagües cloacales en el municipio de San Miguel.

Inversión en rutas, avenidas y calles

Se implementó el “Programa de Pavimentación de Accesos a Escuelas Unidades Sanitarias y Barrios”. En este marco, se pavimentaron e iluminaron 9.870 cuadras, integrando 1.070 establecimientos educativos: 93% de los accesos a escuelas. Se creó el “Programa de Pavimentación de Redes Troncales” para unir los barrios con los centros. Se recuperaron y adaptaron avenidas y se construyeron nuevas vías de acceso en un total de 3.104 cuadras. El “Programa de Rehabilitación” de las principales rutas y vías del Conurbano recuperó 370 kilómetros de calzadas. Se rehabilitaron 1.625 cuadras en zonas urbanas. El “Programa Mejorando Calles” facilitó la conectividad de los barrios con el centro y se acondicionaron 10.470 cuadras. Entre las obras más destacadas, están las avenidas Días Vélez y República en Tres de Febrero: 88 cuadras; la repavimentación de la avenida Otamendi en Quilmes: 19 cuadras; la pavimentación de la avenida Iriarte en Almirante Brown: 96 cuadras; la pavimentación de Donato Álvarez, Quilmes y Lanús: 25 cuadras; la pavimentación de 144 cuadras de las avenidas de José C. Paz y la pavimentación e iluminación de la avenida Dardo Rocha y calles de Ranelagh en Berazategui: 76 cuadras. En Lomas de Zamora se pavimentaron las avenidas Cerrito y Armesti y su continuación en Lanús, Lynch: 65 cuadras. En La Plata se amplió la avenida Antártida y se pavimentó la avenida 25: 31 cuadras. Por su importancia, se destacó la obra de pavimentación, repavimentación y ensanche de las avenidas Pavón, Yrigoyen y la ruta 201: 29 kilómetros, que une Almirante Brown, Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Presidente Perón y San Vicente. La Ruta 205 fue mejorada en sus 20,7 kilómetros. El “Programa de Alumbrado Público” colocó 15.700 columnas, alumbrando 4.000 cuadras.

Inversión en Municipalidades

El Proyecto Génesis 2000 creó las municipalidades de Presidente Perón (Ley 11.480 de 1994), Ezeiza (Ley 11.550 de 1994), José C. Paz (Ley 11.551 de 1994), Malvinas Argentinas (Ley 11.551 de 1995), San Miguel (Ley 11.551 de 1995), Punta Indio (Ley 11.584 de 1995), Ituzaingó (Ley 11610 de 1995) y Hurlingham (Ley 11.610 de 1995). Las nuevas municipalidades tenían que organizarse siguiendo el modelo de gestión basado en los principios de: “a) modernización tecnológica administrativa; b) desburocratización; c) descentralización funcional y administrativa; d) gestión, presupuesto y control por resultados; e) calidad de servicios y cercanía con el vecino; f) limitación proporcional del gasto de los Concejos Deliberantes respecto de los presupuestos globales de los municipios; g) racionalidad de estructuras administrativas y plantas de personal acorde a las modalidades de prestaciones de los servicios”. La Secretaría de Desarrollo Institucional de la Unidad Ejecutora tuvo a cargo la modernización tecnológica, la organización de la estructura administrativa y de gestión, la redistribución del personal y el desarrollo de circuitos y normas de las flamantes municipalidades. Con aportes del Fondo se adquirieron retroexcavadoras, motoniveladoras, camionetas y herramientas, y se construyeron galpones y centros logísticos en las nuevas municipalidades, entre otras. Se construyó el edificio municipal de Presidente Perón: 4.070 metros cuadrados; y el centro administrativo de Esteban Echeverría: 5.975 metros cuadrados. Se remodeló el Centro Cívico en Alejandro Korn de San Vicente: 1.244 metros cuadrados. En Villa Tesei, Hurlingham, se remodeló y construyó el edificio del Centro Cultural: 1.492 metros cuadrados.

Inversión en justicia y seguridad

El Fondo del Conurbano financió la instalación de 248 redes informáticas en 233 juzgados y 15 cámaras en los departamentos judiciales de San Isidro, San Martín, Morón, Lomas de Zamora, Quilmes, La Matanza y La Plata. Financió también la construcción de las unidades carcelarias de Campana, Florencio Varela y La Plata. Con recursos del organismo se remodelaron las cárceles de Olmos y las unidades 8, 10 y 17 de La Plata. Se compraron 2.520 camionetas y 2.280 patrulleros para la policía bonaerense. Se adquirieron 22 camiones de bomberos y 20 furgones para transportar brigadas explosivas. El Fondo financió las “Casas Solidarias” del Consejo Provincial de la Familia y Desarrollo Humano para mujeres jefas de hogar y para capacitación laboral, con 390 metros cuadrados cada una, ubicadas en Florencio Varela, Malvinas Argentinas, Lanús y Lomas de Zamora. La Unidad Ejecutora apoyó la construcción del “Centro de Rehabilitación para la drogodependencia” de la Secretaría de Prevención y Asistencia a las Adicciones: 585 metros cuadrados, en Lomas de Zamora.

 

Bibliografía citada

Arcuri AE (1999): El conurbano bonaerense: origen, crecimiento y transformación, Buenos Aires.

Arcuri AE (2003): Conurbano Bonaerense: aportes para un debate impostergable, Buenos Aires.

Cafiero A (1988): “No sólo administramos un gobierno, también somos los portadores de un proyecto”. En Cafiero y el pueblo, un año después: un proyecto en marcha, La Plata, Secretaría de Prensa y Difusión de la Provincia de Buenos Aires.

Danani C, M Chiara y J Filc (1997) El papel del fondo de reparación histórica del conurbano bonaerense en la reproducción de los sectores populares de la Región Metropolitana de Buenos Aires: una aproximación macroinstitucional. Los Polvorines, UNGS.

Feijoó MC (2021): “El conurbano como problema, algunos antecedentes”. Movimiento, 29.

Ministerio de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires (1990): Informe del Conurbano Bonaerense. La Plata.

Secretaría de Prensa y Difusión de la Provincia de Buenos Aires (1989): “Basta de discriminaciones, bonaerenses de pie”. En Después de tres años de gobierno, La Plata.

Secretaría de Prensa y Difusión de la Provincia de Buenos Aires (1990): “El arte de administrar bien”. En Después de tres años de gobierno, La Plata.

[1] Los datos fueron obtenidos, centralmente, de los trabajos del presidente de la Unidad Ejecutora, Antonio E. Arcuri (1993 y 2003).

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