XVI, un poema de Flor Codagnone

Licenciada en Periodismo. Participó en diversas antologías, escribió con Nicolás Cerruti Literatura ∞ Psicoanálisis: El signo de lo irrepetible (Letra Viva, 2013) y publicó los poemarios Mudas (Pánico el Pánico, 2013), Celo (Pánico el Pánico, 2014), Resto (Modesto Rimba, 2016), Filos. Poemas sobre violencias contra las mujeres (Pánico el Pánico Digital, 2017) y Diario poético en tiempos macristas (Va Cartonera, 2018).

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El fueye de Pichuco

Jacinto Chiclana era un guapo jubilado. Toda su vida la había pasado en Balvanera siendo culata de políticos famosos. En ese laburo había conseguido fama y dinero. Como todo guapo, era prepotente y soberbio. Contaba historias de sus patrones como si fueran ciertas. Por ejemplo, afirmaba sin ponerse colorado que había sido guardaespaldas de Hipólito…

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Fábula del traje bien cortado

Elisario despreciaba y envidiaba a José. Están muy equivocados quienes creen que estos sentimientos son incompatibles. Por el contrario, son frecuentes en los espíritus mezquinos. Elisario era un joven poseedor de una gran fortuna. Fortuna que se manifestaba en la mansión en la que vivía –algo excedida en ornamentación y esmerados jardines–, en los automóviles…

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Planta Permanente

¿Por qué los locos andan siempre llenos de bolsas?   Porque tienen que ir con todas sus pertenencias encima. Nadie está dispuesto a guardárselas.   Están solos: fueron expulsados de la zona de cordura de las navidades en familia de los torneos de tenis de los despachos de los jueces de los tiempos compartidos del…

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El ángel de los curdelas

En el año 1994 se había muerto Roberto Goyeneche. Pero el polaco seguía viviendo, no físicamente sino espiritualmente. Su espíritu, según sabemos, estaba en el Purgatorio (a pesar de que la Iglesia dijo recientemente que no existía). ¿Y por qué en el Purgatorio? Básicamente, porque el polaco era un noctámbulo al que, como dice el tango, le gustaba “la farra, el café, la muchachada, y donde había una milonga no podía estar sin ir”. Pero al mismo tiempo era un corazón grande, incapaz de hacer mal a nadie y, al contrario, capaz de sacarse la musculosa para regalársela al croto de la esquina.

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